La noticia recoge los principales logros de los alumnos polacos que desde el 2006 superan a España en las categorías de Matemáticas, Ciencias y Lectura. Así, Polonia, se ha colocado en los puestos décimo cuarto, noveno y décimo respectivamente. Además ha aumentado el número de alumnos excelentes, mientras que el de alumnos rezagados desciende. Este "milagro" como se le llama a este hecho en el resto de Europa no se debe a otra cosa que a las reformas realizadas por el gobierno polaco en los años 1999 y 2009. De forma que se estableció un sistema de 6+3+3; es decir, 6 años de primaria, 3 de una secundaria inferior y otros 3 (o incluso 4) de una secundaria superior. Pero, no es esa la única reforma, por supuesto, también se le dio mayor responsabilidad a las autoridades locales, se reorganizó la red escolar y se introdujo un nuevo sistema centralizado de exámenes.
Las reformas del sistema educativo polaco también contemplaban un sistema de «reválidas», llamadas así en España, que son exámenes de acceso a los distintos niveles educativos debiendo ser obligatoriamente superadas para entrar tanto a la secundaria inferior como a la superior como a la universidad. A esto se le añade el incentivo a los profesores a los cuales se les exijen más requisitos, pero con unas remuneraciones acorde con su trabajo.
Es curioso, como se asemejan estas reformas a la nueva ley impulsada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, en España. Sí, esa ley que tanta polémica está causando en nuestro país y que tan poco apoyo está teniendo por parte de la población. Resulta que intenta poner nuestro sistema educativo a la altura del supuesto nivel que tiene España como novena potencia mundial, si bien, son muy criticables algunos puntos de ésta, como por ejemplo, la obligatoriedad de la religión, el rechazo a la introducción de otras lenguas en el sistema, imponiendo el castellano como lengua troncal, y la segregación del alumnado por nivel educativo. Si bien sé que muchas personas no estarán de acuerdo conmigo, también sé que otras muchas sí lo estarán, la realidad es la que es. Los españoles lo queremos todo y sin ningún esfuerzo. Queremos buenos resultados en los informes PISA, pero queremos seguir teniendo el insostenible sistema educativo con un nivel de faltas de asistencia impropio de un país europeo. Queremos una economía estable y con buenas expectativas, pero no queremos hacer nada para cambiarlo y por ello nos quejamos. Ese es el resumen de la actual sociedad española, y hay que decirlo.
Debemos quejarnos por hechos que no tienen sentido en un país desarrollado y democrático, no por un cambio necesario y observable a simple vista. Volvemos a Polonia y a sus excelentes alumnos, los cuales han sufrido y han conseguido los resultados que se merecen, recompensados en ser uno de los mejores países de la UE en cuanto a educación se refiere.
