domingo, 15 de diciembre de 2013

La comida en su justa medida

Buenos dias queridos lectores. Navegando por la red esta mañana he encontrado esta preocupante noticia:
De acuerdo con los estudios realizados por Francisco Barboza estamos desechando una enorme cantidad de alimentos (unos 7,7 millones de toneladas, según indica la Comisión Europea). Ciertamente es preocupante ya que hay personas que no pueden ni comer; es más; escucho a gente muchas personas que piden y que van a ONGs para recibir alimentos porque la cruda realidad que nos engloba, queridos lectores, es que desperdiciamos demasiado.
Quisiera comenzar la siguiente reflexión preguntándole si es cierto que se queja por la subida de precios como la leche, el agua, el pan y otros muchos productos que ha efectuado nuestro "apreciable y sensato" presidente del gobierno el señor Rajoy Brey, aunque la pregunta en realidad sería si se ha parado a pensar alguna vez los litros de agua que desperdicia al tener el grifo de la ducha abierto mientras se está enjabonando, la cantidad de pan que compra, se deja poner duro y posteriormente se los hecha a los patos del estanque (o directamente los tira a la basura); o la cantidad de plátanos que compra y que se los deja pasar. Con estos ejemplos espero que comprenda que hoy en dia hay mucha necesidad y por lo tanto debemos de procurar de no desperdiciar los alimentos.


Una de las soluciones a este dramático problema la encontramos en el centro de Copenhague, dónde varios voluntarios han encontrado la solución. Se llama Rub & Stub, un restaurante que cocina a partir de los alimentos que no quieren algunos de los supermercados de la ciudad, bien porque su aspecto no les permite ponerlos a la venta o porque están a punto de caducar. Este proyecto nació hace un año y abrió sus puertas el pasado 13 de Septiembre. Otra solución nos la comunica el miembro de la Fundación Alicia Marc Puig-Pey, el cuál nos invita a planearnos las compras y la comida a realizar.
Como solución final, me atrevería a decir que también se debería enseñar en los centros educativos la importancia del ahorro de alimentos en vez de por ejemplo dar inanes clases de Proyecto Integrado realizando teatro o de vanas clases de representación de gráficas en el ámbito matemático que no vamos a usar en un futuro.
Resumiendo mis apreciados lectores, más vale aprender a ahorrar en desperdicios si no nos queremos ver en un mundo lleno de basura.

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