domingo, 15 de diciembre de 2013

Un matrimonio y una hija de 14 años mueren por intoxicación alimenticia en Alcalá de Guadaira. Otra hija permanece en estado grave.


Las primeras noticias señalaban que esta familia recogía comida de los depósitos de basura de la ciudad. Como ayuda sus conocidos le facilitaban comida que se presume pasada de fecha.

Los tiempos que corren son malos. Hemos pasado del estado del bienestar, a una gran masa de población que para subsistir se ve obligada a mendigar o rebuscar en los desperdicios.

Los supermercados se deshacen de productos perecederos pasados de fecha. Esto que en principio es lógico, puede dar lugar a sucesos como el que nos ocupa.

El gran problema que se plantea es el llegar a una situación límite. Los humanos no somos animales, no tenemos por qué comer las sobras de los demás, por muy mal que esté la economía familiar.

El hombre es superior a las bestias, y el tema del que hablamos es indigno de la persona.

Es necesario buscar soluciones que no obliguen a personas necesitadas a sobrevivir con estas limitaciones.

En los tiempos que corren existen comedores regidos por religiosos y laicos, y a estas alturas del comentario de la noticia, yo me pregunto: ¿por qué esta familia no tenía acceso a uno de ellos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.