domingo, 15 de diciembre de 2013

Tres miembros de una familia que comía comida caducada mueren intoxicados.

¡Buenas compañeros! Voy a comentar una noticia muy triste, que nos hace reflexionar sobre la lamentable situación en la que se encuentran muchos ciudadanos españoles debido a esta gran crisis económica.
Una intoxicación alimentaria ha provocado la muerte de tres miembros de una misma familia, un hombre de 61 años, su mujer de 50 y su hija de 14, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Otra hija, de 13 años, se encuentra ingresada en la unidad de cuidados intensivos en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, con pronóstico reservado y con náuseas y vómitos.
Fuentes de la investigación dijeron a Efe que los afectados vivían de la recogida de cartones y se alimentaban de comida caducada que le regalaban.
En primer lugar, decir que lamento profundamente estas muertes, pero es necesario preguntarse por qué se han producido. La pregunta es, ¿cómo de desesperados debieron estar para comer esas cosas?

Esto es lo único que se consigue con la política de austeridad con la que nos gobiernan. Los recortes en ayudas sociales, y en otros campos, son las principales causas. Pero, ¿por qué tienen que recortar en ayudas sociales o en sanidad pública que tan vitales son para la sociedad española? ¿Por qué no pueden recortarse sus sueldos o los de la Familia Real?

Al gobierno y, en general, a la mayoría de la clase política no le importa la situación del español de a pie. Únicamente le importa si la perspectiva de nuestra economía para el próximo año es mejor o peor, o simplemente la corrupción de unos u otros políticos o las diferencias ideológicas entre partidos. Pero llegados a este punto, lo que necesitamos es que se solucione esta situación, independientemente del partido político que lleve a cabo este cambio. Esto ya no es una lucha entre partidos, más bien es una lucha entre los de arriba, gente poderosa que únicamente le interesa su riqueza, y los de abajo.

Sinceramente, lo ocurrido en Sevilla bajo mi punto de vista es un crimen de Estado. Es lamentable tener a personas viviendo en esa situación y no hacer nada por solucionarlo. Esperemos que no tenga que ocurrir algo más grave, aún si cabe, para que el gobierno rectifique en sus medidas que tantísimo afectan a las familias españolas.

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