La policía es una mafia

Hoy traigo esta noticia publicada el pasado sábado, catorce de diciembre, por El País, un periódico de tirada nacional. El texto relata la situación actual vivida en Argentina debido a que la policía actúa a sus anchas e incumple las normas que su puesto conlleva.

Gracias a una serie de testimonios realizados por ciudadanos, que temiendo las represalias prefieren ocultan sus nombres, la noticia describe como “los vigis” (como se les llama popularmente a los policías) en Argentina se aprovechan de su situación laboral para realizar actos delictivos, como sobornos, amenazas o agresiones, con total impunidad. Esta situación trae consigo una total indefensión de la ciudadanía que ve cómo aquellos que deberían protegerlos se convierten en sus enemigos.

En España no tenemos una policía corrupta y la situación en este aspecto no es comparable entre ambos países, pero sí que últimamente han saltado a las páginas de los periódicos algunos casos donde la actuación policial se ha puesto en entredicho, como la denuncia de una ciudadana de Barcelona que acusó a los Mossos de Escuadra (policía autónoma de Cataluña) de ser los responsables de la pérdida de uno de sus ojos por una bala de goma en el transcurso de una manifestación. En esta misma ciudad, otro hecho ha puesto en entredicho la mala práctica de este mismo cuerpo. Detuvieron a un hombre y tras arrestarlo en plena calle le sometieron a una serie de golpes cuyo resultado fue la muerte de éste. Este último suceso tuvo amplia repercusión gracias a que unos vecinos grabaron las imágenes en vídeo. 

Creo que situaciones como estas son muy preocupantes. La policía debe ser para los ciudadanos sinónimo de seguridad y protección y no al contrario. Las autoridades competentes, Ministerio del interior o Consejerías autonómicas de las cuales dependa cada policía autonómica, debe resolver estos asuntos de manera rápida y castigar estos hechos. No creo que en España se produzcan situaciones como las vividas en Argentina, pero cuando se produzcan, como las malas prácticas ocurridas en Barcelona, hay que actuar rápidamente castigando a los responsables, para que no se vuelvan a repetir. 

En cuanto a la noticia en sí, considero que esta situación de impunidad y corrupción no existe sólo en el ámbito policial, sino que debe extenderse a escalafones superiores e incluso a otros aspectos de la sociedad argentina. Esto noticia es sólo un reflejo de un funcionamiento político y social.