viernes, 21 de marzo de 2014

Permiten a un maltratador vivir con su víctima porque 'no tiene dónde ir'

Buenas tardes compañeros. Tal como podéis leer en el titulo voy a hablar de una noticia que trata sobre la convivencia de un maltratador y su victima. El protagonista de la noticia es un anciano de 78 años al cual, acusado de un delito de quebrantamiento de condena, al encontrarse en un estado de necesidad y no tener a donde ir, se le fue permitido vivir con su mujer a la que en 2006 había agredido y provocado lesiones.

Condenado por un delito de violencia de género y lesiones, se le prohibió acercarse y comunicarse con su esposa hasta el mes de noviembre de 2014. Además fue condenado a nueve meses de cárcel en diciembre de 2013. Sin embargo, entre octubre de 2011 y 2012 estuvo conviviendo con ella en su domicilio, echo justificado con el estado de necesidad y con el interés que mostraba su mujer en recogerlo.

Lo primero que se me ocurre es pensar que si la ley estuviera bien establecida, esto no ocurriría por que ese hombre estaría en la cárcel. Sin embargo esto no es lo que realmente ha pasado. En mi opinión, ese hombre, con los echos que a cometido, esta en manos de la ley. Al estar en manos de ésta, es la ley la que tiene que hacerse cargo de él. Si le han denegado el acceso a su hogar por que en él se encuentra su mujer a la que no puede acercarse, son esos mismos que se lo han denegado los que deben proporcionarle un techo donde, por lo menos, pueda dormir. Pienso que la ley actúa pero no carga luego con las consecuencias ni se preocupa por lo que puede desencadenar sus decisiones, o lo que es lo mismo vulgarmente dicho, la ley ante estas situaciones "se lava las manos".

Existen casas de acogidas, residencias y más edificios en los que este hombre podría instalarse. Ahora bien, si no es posible debido a los antecedentes penales que posee, lo que desde mi punto de vista no podría hacer la ley es no condenarlo a estar en la cárcel, negarle la entrada en su domicilio y encima no facilitarle el acceso a cualquier residencia, ya que, si no puede entrar en ninguna, al fin y al cabo es por su culpa.

Podríamos verlo desde otro punto de vista. Si ese hombre a cometido ese delito, tiene que acarrear con las consecuencias. Si ahora no tiene a donde ir no debe incumplir la ley y mucho menos volver a convivir con su mujer, puesto que ésta queda expuesta al peligro y a ser agredida una vez más. Con las medidas de protección que hoy en día parece ser ( y digo parece ser por que esta noticia me demuestra que no hay mucha credibilidad de ello) que hay,  esta mujer no debería de ninguna manera tener que vivir con el miedo de la presencia de su marido el cual la agredió y perfectamente podría volver a hacerlo en cualquier momento.

En conclusión, se puede decir que la ley debería reaccionar y proporcionarle alguna posibilidad a este hombre y que él, también debería acarrear con las consecuencias de sus actos.

Y tú, ¿qué opinas?

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