El 90 % de los españoles cree que el cigarrillo electrónico debería prohibirse en los bares

¡Saludos lectores! Os dejo esta noticia que ha salido hoy a la prensa y al parecer está muy discutida.

Se trata de la prohibición de los cigarrillos electrónicos en los bares. Según las estadísticas el 90 % de los españoles cree que el cigarrillo electrónico no debería usarse en espacios públicos cerrados, incluido bares y restaurantes, comprobado por un estudio realizado por los médicos de familia, que han pedido que se prohíba su consumo en estas zonas y que se regule como un derivado más del tabaco.

Se considera que la creación de estos cigarrillos electrónicos son un problema para los adolescentes ya que influye en que ellos comiencen a fumar. Estos cigarrillos de diseño moderno utilizan una resistencia y batería de pequeño tamaño para calentar y vaporizar una solución líquida. Este vapor puede liberar nicotina o incluir solamente aromas, siendo mas atractivo a los jóvenes teniendo la posibilidad de elegir distintos aromas, por lo tanto los cigarrillos electrónicos son objeto de polémica.

Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) afirma que pueden causar cambios en los pulmones a corto plazo muy parecidos a los que se producen al fumar los cigarros normales, y confirman que el uso del cigarrillo electrónico ha sido cuestionado por dañar los pulmones, ser cancerígeno y sus efectos se homologan a los del tabaco. 

Por otro lado un estudio realizado por la asociación CASAA, los resultados prueban que los niveles de contaminantes son extremadamente bajos comparados con el cigarrillo tradicional de tabaco y completamente inofensivos para los llamados "vapeadores de segunda mano", refiriéndose a aquellos que sin ser necesariamente usuarios activos de los cigarrillos electrónicos, aspiran de manera indirecta el vapor producido por éstos.

Sus defensores lo presentan como una alternativa que permitiría sustituir el tabaco por un método de administración de nicotina, sin el resto de los componentes tóxicos, y ninguno de los cancerígenos presentes en la combustión del tabaco. El humo del tabaco porta más de 4000 sustancias químicas, muchas de ellas irritantes y más de 40 cancerígenas; además más de 60 sustancias son añadidas en el proceso de manufactura. Los cigarrillos electrónicos además permiten simular el acto de fumar. En este sentido defienden que complementa la administración del componente químico más adictivo del tabaco, la nicotina, con la simulación del comportamiento del fumador, tanto en su manipulación como en el acto de emitir vapor a semejanza del humo del tabaco. En este sentido apoyan su uso como una terapia de reemplazo que, además, permite disminuir los niveles de nicotina contenidos en el líquido hasta hacerlos desaparecer.

En conclusión gran mayoría de la población está de acuerdo de su prohibición, ya que el humo resulta molesto para casi todos, llegando al acuerdo de que si no se venden como producto medicinal, serán sometidos a las mismas restricciones publicitarias que el tabaco normal.