Esta
noticia fue publicada el pasado miércoles por el diario
El País. Los grupos parlamentarios de la oposición dan por seguro que hubo descoordinación y mala organización en las "Marchas de la dignidad" del pasado 22 de Marzo, lo que motivó que un grupo de policías quedase aislado y seriamente amenazado por unas decenas de violentos, mientras el grueso del dispositivo policial, con 1750 agentes, estaba apostado en lugares donde nada ocurría. Las marchas hacia Madrid, que fueron convocadas por decenas de colectivos sociales, acabaron con 101 heridos, entre ellos 67 policías, y 24 detenidos. El director general de la policía, Ignacio Cosidó, ha anunciado que comparecerá en el Congreso, cuando concluya la investigación interna.
En mi opinión, el director general de la policía debería dar explicaciones sobre los sucedido el pasado 22 de marzo, ya que con un despliegue policial de 1750 agentes, resulta bastante difícil que hubiese tantos policías heridos. Por lo tanto, esto debe ser consecuencia de una mala gestión por parte de los altos mandos de la policía y por la cual muchos de sus agentes pusieron sus vidas en peligro.
Por otro lado, es una lástima que las manifestaciones, en las que la inmensa mayoría de la gente participa de manera legítima para expresar su descontento con la política económica y social del gobierno, sean utilizadas por parte de radicales para quemar contenedores, romper mobiliario urbano, etc.
El derecho a la manifestación es esencial en un sistema democrático, pero lo que no puede ocurrir es que las manifestaciones, como por ejemplo esta última del 22-M acabe en una batalla campal. Los antidisturbios piden responsabilidades por los errores de planificación del operativo policial para la marcha de la dignidad del 22-M. Estos tenían la orden de intentar aguantar y no cargar contra los manifestantes, lo que provocó que la policía se viese acorralada y maltratada. Lo que más me indigna de todo esto es saber que en la presa siempre se pone a la policía como 'los malos', que cargan violentamente contra los manifestantes 'impidiendo' su protesta. La policía vela por nuestra seguridad, y tiene que soportar como se les insulta, como esos locos manifestantes con capuchas, violentos, les pegan con palos, en esas manifestaciones 'pacificas' y encima en los medios no se les reconoce como es debido su trabajo. La policía son personas, como tú y como yo, y están realizando su trabajo. Ponen en peligro sus vidas al enfrentarse a personas que aprovechan la coyuntura de la manifestación para imponer su violencia en las calles. Y lo peor de todo es que en estas manifestaciones lo único que nos llevamos son los 166.000 euros y cifra los gastos globales incluyendo seguridad, emergencias sanitarias y limpieza en 655.000 euros. Cifra que podría ser invertida en becas por ejemplo.
ResponderEliminarLucrecia.