Detenidos tres guardias de Auschwitz en una operación contra criminales nazis.

Buenas, compañeros. Os traigo esta noticia sobre el encarcelamiento de tres guardias del campo de concentración de Auschwitz. Los tres guardias, de entre 88 y 94 años, han sido arrestados por su participación en el asesinato de miles de judíos y otros presos de Auschwitz cuando trabajaron como guardias del campo a las órdenes de la SS.

Este campo de exterminio Nazi estuvo en funcionamiento desde 1940 hasta 1945, cuando las tropas aliadas liberaron a los supervivientes. Pero la cuestión es, que después de la derrota de la Alemania Nazi en la II Guerra Mundial, durante décadas, muchos miembros de la SS nazis vivieron tranquilamente gracias a un fallo judicial de 1969. Debido a este fallo, era necesario probar la participación de los sospechosos en crímenes concretos, lo que era prácticamente imposible, en muchos casos, ya que las víctimas no estaban identificadas. La situación legal cambió en 2011, cuando la Audiencia Territorial de Múnich condenó a un antiguo guarda de Sobibor (otro campo de exterminio en Polonia), por su colaboración en la maquinaria criminal de campo de exterminio.

                             Imagen del campo de exterminio de Auschwitz

Ahora bien, ¿qué hay de todos aquellos criminales que participaron, de forma directa o indirecta, en el holocausto y debido a este fallo judicial no recibieron su condena? Gracias a ese cambio en el año 2011, se les puede condenar, pero la mayoría de ellos han muerto o son incapaces de responder ante la justicia debido a su avanzada edad.

Este hecho me parece algo inaceptable, ya que cometieron uno de los mayores crímenes contra la humanidad: el asesinato de 6 millones de judíos y otros grupos de personas. Creo que los responsables de este fallo judicial deberían haber tenido más sensibilidad con las víctimas para dar un mensaje de que un hecho así no puede quedar impune. De este modo, haber aplicado duras condenas contra estos criminales e inmediatamente después de los hechos, no 60 años después.

En conclusión, sólo podemos esperar que nada así vuelva a suceder. Que las nuevas sociedades aprecien el valor de la vida y no se cometan atrocidades como esta; pero si, en algún caso, sucedieran, que la justicia mundial sea capaz de condenar a los culpables en el momento y con el castigo adecuados.