sábado, 10 de mayo de 2014

Una de cada dos adolescentes mexicanas que inicia su vida sexual se queda embarazada.

Hola, compañeros. Os traigo esta noticia que habla sobre una encuesta realizada en México, que revela un dato preocupante sobre los embarazos en adolescentes. En México, la mitad de las mujeres de 12 a 19 años que inician su vida sexual queda embarazada. Según la titular de la cartera de Desarrollo Social, Rosario Robles, la principal causa de estos embarazos son el deseo de multitud de jóvenes de salir de la pobreza, ya que, si tienen hijos, recibirán ayudas del Estado.
Asimismo, el embarazo a temprana edad conlleva riesgos para la salud y una de cada diez muertes maternas en el país ocurre en mujeres de entre 10 y 18 años, según el Observatorio de Mortalidad Materna en México.

Bajo mi punto de vista, es necesario que el gobierno garantice el acceso a la educación de las adolescentes para que así tengan opciones de vida distintas a la maternidad. En términos prácticos, es necesario dar acceso real a la anticoncepción, algo que no sucede en México, ya que según la última encuesta de Salud, 34 de cada 100 mujeres no usan anticonceptivos en su primera relación sexual. El Estado debe prevenir y atender la violencia sexual, impartir educación sexual, garantizar acceso a métodos anticonceptivos, brindar consejería y evitar la deserción escolar.

En conclusión, el nivel económico afecta mucho al nivel cultural ya que las personas que cada día les falta la comida y los recursos para tener una vida digna, no van a preocuparse por darle una buena educación a sus hijos, sino en que éstos trabajen para así conseguir otro sueldo. Muchas adolescentes, para salir de esta situación, optan por un camino más "fácil" sin ser conscientes de todo los que conlleva el embarazo y posteriormente el tiempo y dedicación para ese hijo; únicamente lo hacen para recibir ayudas económicas sin saber que gran parte de ese dinero será necesario para mantener al bebé. Así, si el Estado mexicano se preocupase más por sacar a sus ciudadanos de la pobreza a la que están sometidos, muchas jóvenes no se verían obligadas a buscar salidas tan extremas como éstas. Por otro lado, el Estado también debería preocuparse por impartir una buena educación sexual en la sociedad adolescente para hacerles conscientes de todos los riesgos que conlleva ser madre.

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