viernes, 23 de mayo de 2014

Ser sostenible da puntos

En esta noticia, publicada por el periódico de tirada nacional El País, se trata una nueva iniciativa para conseguir la separación de la basura y con ello la ayuda al medio ambiente. Mediante este nuevo sistema cuando una persona lleva a cabo acciones positivas a favor de la sostenibilidad va acumulando puntos, éstos, a su vez, se van publicando en las redes sociales del usuario. El objetivo es que, como si de un juego se tratara, con el tiempo se van enganchando participantes que acaban compitiendo por tener más puntos que el rival.  

Este proyecto surgió en Suecia pero, a día de hoy, ya se ha extendido por diferentes países. En un municipio madrileño, Torrelodones, esta iniciativa ha llegado en forma de aplicación para dispositivos móviles desde los cuales una vez realizada una acción como podría ser tirar un periódico al contenedor azul, de papeles y cartones, se reciben una serie de puntos.  

Creo que este nuevo sistema tiene su lado bueno pero también su lado negativo. Está bien que se incite el reciclaje y el buen uso de los contenedores ya que esto nos ayudará a mantener nuestro planeta limpio, pero es muy triste que se haya tenido que llegar a estos límites para que la sociedad use como es debido los contenedores. Es de lógica que si hay tres contenedores cada uno sea para algo diferente, entonces... ¿Por qué no usarlos como se  debe? No creo que sea ni caro, ni duro, ni cansado tener, por ejemplo, una bolsa al lado de la tradicional basura donde depositar los plásticos, o usar una caja de cartón vieja para ir almacenando en ella periódicos antiguos, revistas, papeles en desuso, etc...  

Desde mi punto de vista, tener que recurrir a estos juegos es bastante deprimente, nos hace ver que cada vez estamos menos concienciados con el medio ambiente y que nuestro planeta, y el que será el planeta de nuestra descendencia, nos importa más bien poco. Tal vez si estos juegos se aplicaran en niños al pasar el tiempo tomarían acciones sostenibles como costumbres y así no haría falta ir detrás de gente de 40 años enseñándoles como usar un cubo de basura. Esto es otro claro ejemplo de cómo va la educación en nuestro país: en vez de enseñar acciones útiles para la supervivencia, ya no de uno mismo, sino de la especie en sí, prefieren meternos en la cabeza la creencia en seres omnipotentes. Estoy segura de que ser sostenibles nos alejará de la destrucción, o mejor dicho de la autodestrucción, del planeta, sin embargo no sé si Dios esta capacitado para tal misión.    

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