La compra de pelo para hacer pelucas es muy usual y más ahora en estos tiempos de crisis ya que pueden llegar a pagar 70 euros por 100 gramos si el pelo está completamente sano, sin puntas abiertas y no quemado. Sin embargo, la donación de este es escasa por no decir completamente nula ya que ¿para qué hacer algo gratis cuando pueden pagarte por ello? Es esta cuestión precisamente la que me preocupa. Vivimos en una sociedad capitalista donde el dinero es la principal y única motivación de las personas ya que, en realidad, es lo único que mueve el mundo. Es preocupante ver cómo el egoísmo y la falta de preocupación por el prójimo aumenta conforme el nivel de calidad de vida y los números en la cuenta corriente aumentan. A pesar de que hay muchos famosos que intentan dar ejemplo participando junto a ONGs y diferentes asociaciones, parece ser que el mensaje no cala demasiado en la población. La pobreza, desde estos tiempos de crisis, ha aumentado y ha dejado a miles de personas en una situación de extrema a millones de personas en el mundo, desde gente que se ha quedado sin negocios y sin casa hasta la repercusión en los países tercermundistas que se han visto perjudicados al recibir muchas menos donaciones.
En estos tiempos que corren, es importarte acordarse también en los más desfavorecidos y pensar que si ya nosotros lo estamos pasando mal, ellos están mucho peor ya que no tienen ningún recurso.
Además, tras ver el vídeo, aplaudo la valentía de esta pequeña ya que pocos, entre los que me incluyo, serían capaces de cortarse el pelo para donarlo a los más enfermos. Es emocionante ver que hay pequeños que se preocupan por la felicidad de los otros sin importarle perder algo preciado.
Al comenzar a leer esta noticia me ha dado la misma impresión que a mi compañera Carmen, la valentía e inocencia que tiene la niña de tres años al decidir donar 'voluntariamente' su cabello para niños con cáncer. Una vez he visto el visto el vídeo mi percepción ha cambiado por completo. En primer lugar, ¿es que una niña de tres años va a querer cortarse el pelo por voluntad propia para entregárselo a niños con enfermedades que es imposible que conozca por su temprana edad? Además, no es por pensar mal, pero, el hecho de que aparezcan algo subliminal la marca de L'Oreal o que la niña diga que su tío es el mejor peluquero del mundo me hace pensar que aquella bonita acción voluntaria de Emily no es más que publicidad para la peluquería de su tío. Es más, al final del vídeo, como última escena captan el cartel con el nombre del local.
ResponderEliminarEn definitiva, a esta sociedad ya no le importa la forma de anunciarse ya sea haciéndose de un tema tan serio y encima mintiendo a la población.