viernes, 21 de marzo de 2014

Deportividad, no agresividad.

Buenas tardes, compañeros. Me dirijo a ustedes para comentar una noticia publicada en la sección de deportes del diario ABC de Sevilla, con fecha del 16 de marzo. El asunto a tratar no es otro que una nueva agresión a un árbitro de fútbol mientras dirigía un encuentro de pre-benjamines (6-7 años). Los hechos sucedieron en León y estuvieron protagonizados por los padres de los jugadores.




Ante noticias como estas, en primer lugar merece una reflexión especial el comportamiento y la actitud de los padres. Parece mentira que ellos, debiendo ser el ejemplo para sus hijos actúen violentamente ante el resultado de un partido de fútbol protagonizado por niños de seis y siete años, cuyo principal objetivo es practicar un deporte, lo cual es un hábito saludable tanto física como mentalmente, o al menos debiera serlo. A través del deporte, además de estar en forma, aprendemos una serie de valores que nos ayudan a formarnos como personas: hay que respetar unas normas, reconocer el mérito de los demás, trabajar en equipo, saber ganar y perder… valores que son imprescindibles para enfrentarnos a la vida que tenemos por delante. Si los padres aprovecharan estos ratos que comparten con sus hijos asistiendo a los entrenamientos y partidos para fomentar con su actitud y ejemplo los valores ya mencionados, se convertirían en clases magistrales que sus hijos no olvidarían en toda su vida. Recuerdo que mi madre me contaba hace años, que hablando con una profesora mía de infantil, ella le comentaba que nunca olvidara que la mente de un niño es como una cinta de cassette en blanco y que lo que se graba en los primeros años de su vida, determinará lo que su hijo será en el futuro. Cuando leo este tipo de noticias recuerdo esto y pienso cuánto daño hacen los padres a sus hijos cuando adoptan este tipo de actitudes.


Otro aspecto importante a analizar sería el aumento de agresiones violentas a árbitros en los últimos tiempos. Es cierto que, como personas que son, a veces no están muy acertados en sus decisiones, pero eso no es motivo para agredir a nadie. Ningún hecho justifica una agresión. Todos nos equivocamos a menudo y no por ello somos agredidos. Debemos inculcar el respeto a las personas aún cuando no nos gusten sus decisiones y también debemos aprender a aceptar las opiniones y actuaciones de los demás aunque sean distintas a las nuestras.

Como ya sabemos, no es la primera vez que ocurren este tipo de hechos en partidos de fútbol, y a pesar de las consecuencias que puede tener la persona que agrede, se siguen produciendo.
Al parecer, el CD Bosco, ha publicado un comunicado en el que anuncia que ha tomado las decisiones adecuadas para que este tipo de accidentes no vuelvan a ocurrir.
Espero que esto sea verdad, y realmente se cumpla , por que es vergonzoso que hoy en dia, un niño de tan solo 16 años tenga que ser trasladado a un hospital después de recibir una brutal paliza mientras realizaba su trabajo.


En este caso en particular podemos destacar la importancia de utilizar el deporte como lo que es, una manera de divertirse, de hacer deporte, un hábito saludable y una afición para muchos, en vez de utilizarlo como un medio para expresar violencia y dar mal ejemplo a los más pequeños.


Marta Hiraldo Glez.

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