Fósiles aun más grandes

Saludos, queridos lectores. 

Hoy os traigo la noticia sobre el hallazgo de restos de un dinosaurio que podría ser el mayor descubierto. Los restos han sido encontrados en Argentina por un grupo de paleontólogos que lo sitúan como el más grande de la historia conocida que pesó 77 toneladas, midió 40 metros de cabeza a cola y unos 20 de alto. Vivió hace más de 100 millones de años y según han podido averiguar, fue herbívoro. El investigador Pablo Puerta comparó el peso de este hueso con el de 14 elefantes y consiguieron averiguar las medidas exactas y sus características tras tres meses de ardua investigación. 

Las evidencias de estos animales tan solo nos confirmas datos que hemos conseguido a través del estudio de la tierra y la naturaleza y que determinados grupos sociales como La Iglesia se niegan a creer. La Iglesia mantiene y defiende con fuerza que fue Dios quien creó el mundo, al hombre y a lo mujer a partir de este y niega todas estas evidencias. 

A lo largo de la historia, han sido varios los matemáticos y científicos que han descubierto cosas que en algunas ocasiones han ido en contra de su propia ideología. Lo que no entiendo es por qué, a pesar de que la Iglesia mantenga cierta ideología, defiende cosas que van en contra de una idea real y tratan de adaptarse a un mundo real. ¿Por qué negar juicios evidentes? Se ha demostrado la edad real del planeta Tierra, cómo surgió, cómo ha evolucionado, cómo surgió la vida y, a pesar de haber pruebas, la Iglesia sigue negándolo.

Esta institución siempre ha defendido la idea de no poder demostrar la no existencia de Dios y cómo algunos filósofos como Descartes consiguieron demostrar su existencia a través de la metafísica: Dios existe porque pensamos en él y tenemos conciencia de ello. Sin embargo, este es un punto al que la ciencia no puede alcanzar ya que se trata de un trabajo más referido al pensamiento que a la naturaleza.

En conclusión, la Iglesia debería revisar sus principios y tratar de adaptarse a un mundo cada vez más liberal, más científico y racional que le cuesta creerse los libros y palabras que no se pueden sostener en hechos reales y con ciertas clausulas que pueden recordarnos a la Edad Medieval.