Superación.

Hola compañeros. Me gustaría comentaros una noticia aparecida recientemente en el diario ABC de Sevilla, concretamente en su revista “Gente con estilo”. Se trata de una joven que padece vitíligo, una enfermedad degenerativa de la piel que impide su pigmentación y por tanto su color se vuelve más blanco. Al tratarse de una chica negra, las manchas son mucho más visibles. Pues en contra de lo que muchos pudieran pensar, se ha convertido en una modelo, con sólo 19 años.

En primer lugar y para ser honesta debo decir que lo que me llamó la atención de esta noticia fue no sólo el nombre de la enfermedad, hasta ahora desconocida para mí, sino también la foto que mostraba a la modelo. Al principio no entendía claramente lo que veía, pero sí, se trataba de manchas sobre la piel tan perfectas que parecían pintadas. Conforme leía la noticia sentí la necesidad de compartirla por diferentes motivos.

Comenta la joven que tuvo una infancia difícil. Me lo puedo imaginar. Cuando estás en el colegio o en el instituto, la mayoría de nosotros queremos sentirnos incluidos en el grupo, ser como los demás. ¿Por qué? Supongo que para ser aceptados. Nos dejamos llevar por las modas: la mayoría de las chicas vestimos prácticamente igual, llevamos peinados similares, y actuamos, en general, como el resto. Pero, ¿qué ocurre cuando no es así? Por desgracia, siempre hay un grupo de, llamémosle “cobardes” que, utilizándose unos a otros y aprovechándose de su superioridad en grupo, deciden ridiculizar y amargarle la vida a aquel compañero que, por diferentes motivos sea diferente a los demás: por su físico, su carácter, su forma de pensar, su país de origen… Y lo acosan hasta el punto de llegar al suicidio en algunos casos. Si nos ponemos en el lugar de la chica podremos entender fácilmente que sería el blanco de burlas pues su enfermedad es visible y llama aún más la atención por el hecho de tener la piel oscura. ¿Cómo actuaríamos nosotros si fuera compañera nuestra? Creo que esto merece una reflexión.

Estas personas de algún modo “diferentes” pueden vivir acomplejadas o sintiéndose inferiores toda su vida o bien, aceptar cómo son y luchar por conseguir el máximo dentro de sus posibilidades. En el caso que nos ocupa se trata sólo de un rasgo físico diferente al resto de las personas, pero que no le incapacita para realizar cualquier actividad o le limita en ningún aspecto. Una vez superados los difíciles momentos de su infancia, ha mirado hacia adelante, y ha sabido sacar provecho de su cuerpo y del hecho que la hacía diferente y eso “negativo” por lo que antes era criticada se ha convertido en algo “positivo” que la ha catapultado a la fama.

Esta historia tiene muchas similitudes con el tradicional cuento “El patito feo”. De un grupo de patitos hermanos, uno es diferente. Es el feo, se ríen de él y consiguen que se aparte de familia, harto de burlas y desprecios. En su búsqueda hacia una nueva vida encuentra a un grupo en el que encaja de maravilla: un grupo de cisnes. No era un patito feo; era un precioso cisne y entre los suyos vive feliz.

Creo que esta noticia debe servirnos para darnos cuenta de que, a pesar de nuestras diferencias individuales, todos somos iguales y debemos aprender a respetarnos y a aceptar la diversidad, porque eso nos enriquece y nos hace mejores. Y aprendamos también a aceptar nuestros defectos y a potenciar lo bueno que tenemos para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.