martes, 11 de marzo de 2014

Algo más que mejorar

Mi compañera Carmen hace pocos días que realizo una noticia sobre la nueva muñeca Barbie que iba a tener las medidas reales de una estadounidense de 19 años para que las chicas pudieran fijarse en ese prototipo de cuerpo y no el de la Barbie anterior tan delgada y perfecta.
He encontrado a gente tan obsesionada con el físico que se han operado tantas veces para parecerse a estos muñecos que de verdad lo parecen, de verdad que desde tan pequeño nos meten una imagen en la cabeza de cuerpo perfecto que a muchas personas acaba afectándoles.
Tal es el caso de la ucraniana Valeria Lukyanova, mejor conocida como la “Barbie humana”, quien con tan sólo 23 años, se asemeja asombrosamente a la muñeca creada por Mattel. Lukyanova no fue la típica niña que sólo juega con una Barbie y pasando la infancia las olvidan, no... Valeria se obsesionó de tal modo con la imagen de esas muñecas que incluso llegó a creer que “las modelos y actrices eran gordas junto a una Barbie”, comparativo que de inmediato marcó su meta. La joven admitió el uso de la cirugía plástica y Photoshop para cultivar su aspecto de muñeca, pero su diminuta cintura también es el resultado de no comer durante semanas.


La obsesión por conseguir la belleza ideal hizo que Justin Jedlica, de 32 años de edad, se realice 90 operaciones y gaste un total de 100 mil dólares por cada cirujía estética, con el único objetivo de llegar a ser el "Ken" humano, el novia de la muñeca Barbie.

Justin ha confesado que esto no acaba ahí y seguirá operándose para continuar mejorando su apariencia. Este neoyorquino es prácticamente biónico, artificial y de goma, en los últimos diez años se ha operado las nalgas, el pecho, el abdomen, los bíceps y tríceps, además de los labios y la nariz.
Este Ken humano se ha operado los glúteos, el pecho, el abdomen, los bíceps y tríceps, los labios y la nariz en los últimos diez años. Justin sabe que la silicona le puede acabar perjudicando pero asegura que es “un precio justo a cambio de un cuerpo perfecto”. En una entrevista en la cadena de televisión ABC News, Jedlica confesó adoración por el muñeco, pero lo que realmente le gusta es la posibilidad de transformarse continuamente.


Estos son casos extremistas a lo que puede llegar la obsesión de tener buen cuerpo, pero con esto me gustaría llegar que hay personas que también le afectan ver los ``cuerpos perfectos´´ y llegan a ser personas que pueden parecer bulimia o anorexia por el echo de querer tener ese cuerpo , hay personas que sufren bulling porque no tiene un cuerpo delgado. Todo esto nos influye desde pequeños con estas muñecas son una especie de menajes subliminales que en realidad al ser tan pequeños no nos damos cuenta pero cuando somos mayores no termina afectando.




Me gustaría saber vuestra opinión acerca de este tema ya que afín de cuentas acaba afectándonos a todos.

1 comentario:

  1. Este es un tema que, en la actualidad, parece no tener nunca fin. Personalmente, por más que intento entender a estas personas que se realizan no una sino muchísimas operaciones solo para cambiar su apariencia física, no alcanzo a conseguir ningún razonamiento lógico. Hablamos de un gasto de dinero inmenso y de poner nuestra salud en riesgo continuamente, solo y exclusivamente para algo tan superficial como es el físico.

    La sociedad de hoy en día busca conseguir un cuerpo que es en la mayoría de los casos casi imposible e irreal, influenciados por los grandes medios y la publicidad. Pero estos dos casos que se tratan en la noticia son diferentes, pues tanto Justin Jedlica y Valeria Lukyanova quieren conseguir el mayor parecido a dos juguetes infantiles, ¿en qué cabeza cabe eso?

    El caso de Justin pude verlo en un documental no hace mucho tiempo, y es realmente sorprendente. Uno de los aspectos que más me sorprendieron fue que cada vez que quería realizarse una nueva operación de cirugía, se lo contara a su madre quien mostraba una total indiferencia en su hijo. Eso me hizo ver como los padres necesitan imponer una clara restricción a sus hijos, sobretodo si es en caso donde se da una elevada economía familiar como es la de él.

    Son muchísimos los factores que podría comentar sobre estos dos casos, pero sin duda pienso que la salud es esencial, pues sin ella ¿nos preocuparíamos acaso por el físico? Pienso que todas las personas que compartan la misma visión de Justin y Valeria adquieran una total concienzación de cómo todas esas operaciones pueden afectar gravemente.

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