¡Buenas compañeros! Os traigo una noticia
que he encontrado sobre un tema muy importante en el mundo actual, la violencia
de género, una fuente importante de mortalidad en mujeres de países
desarrollados como España, donde han muerto según cifras oficiales, desde la
entrada en vigor de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género (en adelante, Ley Integral) hasta noviembre de 2012, 503
mujeres a manos de sus parejas o exparejas masculinas. A esta cifra hay que
añadir otras muertes de mujeres provocadas por actos criminales cometidos por
hombres distintos al compañero o marido, no contabilizadas por las estadísticas
oficiales. En España en lo que va de año,
18 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas, mientras que tres
casos se encuentran en investigación.
En esta noticia se comenta la modificación que se va a
llevar a cabo del cuestionario que realizan las mujeres que denuncian malos
tratos de sus parejas o exparejas ante las fuerzas de la autoridad. Entre las
medidas que se quieren tomar con la modificación del cuestionario está predecir el nivel de riesgo de la víctima al
sufrir un nuevo episodio de maltrato y, en función de las circunstancias,
adoptar las medidas de protección.
Se calificarán a las víctimas según su caso en vulnerabilidad
extrema, alta, media y baja, asignándole a cada uno de estos niveles de
vulnerabilidad un nivel distinto de protección, de modo que se intentará frenar
el número de asesinatos por violencia de género.
En mi opinión, el problema principal no radica en las medidas
de protección, las cuales no deberían ser necesarias en un país desarrollado
como este, sino que radica en el sentimiento machista que, aún hoy, domina en
las sociedades modernas, y es que se está convirtiendo en una tarea ardua el ganarnos el respeto de los hombres
teniendo en cuenta que las mujeres llevamos peleando por nuestros derechos e igualdad
desde la revolución francesa en 1789 cuando una de las voces de protesta más
enérgicas fue la de Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos
de la Mujer y de la Ciudadana, en 1791, dos años después de la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano. El documento escrito por Gouges
reclamaba para las mujeres los mismos derechos políticos que disfrutaban los
hombres, el sufragio entre ellos. Si ellas podían subir al cadalso, también
debían poder ocupar cargos públicos pero no tuvo éxito. El sufragismo de
finales del siglo XIX (que acabó consiguiendo el sufragio femenino) dio paso al
feminismo del siglo XX, cuyos objetivos incluían la equiparación en todos los
ámbitos. El año 1975 fue declarado Año Internacional de la Mujer por la ONU, y
en torno a esa fecha la mayor parte de los países promovieron la equiparación
legal (en España, la Constitución de 1978). Desde finales del siglo XX, el
objetivo ha pasado a ser la realización material de ese principio legal a
través de políticas activas como la denominada discriminación positiva.
Posteriormente se consiguió la incorporación de la mujer al trabajo, aunque con
sueldos mucho más inferiores que los hombres aun realizando los mismos
trabajos.
La principal conclusión que se desprende de un estudio
elaborado por la Federación de Mujeres Progresistas pone de manifiesto que la desigualdad sigue
siendo el caldo de cultivo de la violencia de género. Los estereotipos y roles
asumidos por la sociedad y especialmente por los jóvenes (mujeres complacientes
y hombres celosos) están en el trasfondo de esta lacra social y se manifiestan
como señales de alarma.
En conclusión, el problema principal de nuestra sociedad es
que aún sigue habiendo un gran machismo entre los jóvenes, el cual radica en
los peores casos en un maltrato psicológico y físico de las mujeres, entonces
pienso yo, si actualmente los jóvenes estamos más que hartos de oír hablar de
igualdad desde pequeños y convivimos en un ambiente mixto en las escuelas, ¿Qué
empuja a los jóvenes a ese machismo tan destructivo? ¿ Qué medidas pensáis que
son necesarias para acabar con esto?
Carmen Velázquez Ruiz
Al leer la noticia de mi compañera Carmen, me he parado a pensar en cual podría ser el problema. Pienso que el hecho de maltratar lo realiza un hombre. Sin embargo siempre se le presta ayuda psicológica a las mujeres, siempre se les da información de cuando están sufriendo indicios de violencia, pero, ¿Quién es el que comete eso y que, por lo tanto debería tener ayuda? los hombres. En mi opinión, ese sería un camino a probar a ver si así, podríamos conseguir esa meta que al parecer está tan lejos, reducir el numero de casos de violencia de genero hasta que llegara a desaparecer.
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