Hola compañeros, hoy os traigo esta noticia que nos cuenta
que Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social cerca de dos
millones de parados no cobraban ningún tipo de prestación por desempleo o
subsidio durante 2013. La cifra representa el 40% de las personas registradas
en los servicios públicos de empleo durante el pasado año. Esta tasa es la más
baja desde 2004, cuando se situó en el 61,48 % al percibirla 1,2 millones de
personas, si bien tan sólo 2,1 millones de españoles engrosaban las listas del
paro entonces.
Alarmante siempre son las noticias de las cifras del Paro.
Lo cierto es que esta noticia desvela justo al final la inquietante situación
de casi 6 millones de personas, ya que la Encuesta de Población Activa señala
la alarmante cifra de 5.89 millones de personas desocupadas, sin empleo. Si a
esto le sumamos la situación de muchísimos empleados con trabajos precarios,
sueldos bajos, empleos temporales o a tiempo parcial, nos da una idea de la
preocupante situación del empleo en nuestro país.
Pero la noticia centra la atención en las prestaciones por
desempleo, señalando que el 40% de las personas que están apuntadas en el INEM
no perciben ninguna prestación. Y lo más importante es que al resto se le van
terminando las prestaciones, ya que si no se genera empleo de forma rápida, los
parados dejaran de percibir cada vez más las prestaciones.
En cualquier caso se trata de cifras. Cifras con las que nos
despiertan cada día los noticiarios, que escuchamos en televisión y que leemos
en la prensa. Cifras que asustan y que más de una vez hasta aburren. Cifras que
enmascaran la dura realidad de miles de familias en las que se vive diariamente
el fantasma del desempleo. Cifras que acuñan las administraciones públicas para
mirar hacia otro lado en más del 90% de las veces.
Y cada cifra tiene su “contra-cifra”. Ya se sabe que la
botella se puede ver medio llena o medio vacía, y que todo depende del color
del cristal con que se mire. Así, las cifras del paro, las prestaciones por
desempleo, las encuestas de población activa, y un largo etcétera de números y
porcentajes, son manipuladas por medios de información y sobre todo por los
políticos, en función de su color y tendencia ideológica, procurando candentes
debates en los medios de comunicación y confundiendo al personal, pero siempre
ocultando el verdadero drama de aquellos que deseando trabajar no encuentran
trabajo. De aquellos que no hacen más que prepararse profesionalmente para ver
sus ilusiones por los suelos. De todos aquellos que necesitan trabajar para
poder ofrecer a sus hijos, a su familia, y a ellos mismos, algo mejor.
Es dramático seguir leyendo todos los días estas noticias y
no leer las cifras del número de empresas creadas, del descenso de las personas
atendidas por Cáritas y otras ONGs, del incremento de las cotizaciones a la
seguridad social y cosas por el estilo. Eso sí, no abandonaremos la esperanza.
Pero mientras, la sociedad sigue refugiándose en las cifras.
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